jueves, 22 de enero de 2015

Un consejo experto

Mi amigo Quico Hernández Cabrera, extraordinario astrofotógrafo, me ha recomendado varias mejoras en la edición de una de las imágenes de gran campo que obtuve la noche del 21 de enero. El empleo de software exclusivo para PCs ha transformado la fotografía astronómica clásica en un complejo proceso informático que pocos controlan tan bien como él.
Aquí os dejo la imagen mejorada.
Y ya puestos, muestro la última de la noche, obtenida con el 135mm de Osawa y la montura motorizada Senda de Orión. Luego, las nubes no nos dejaron seguir…y gracias, porque el frío y el viento ya eran tremendos.

lunes, 19 de enero de 2015

El cometa Lovejoy surca el cielo

Tras años de sequía astronómica, un nuevo cometa descubierto por Terry Lovejoy está a tiro de cámara. Y eso significa un montón de aficionados y profesionales nerviosos por cazar a este no ya tan débil objeto celeste.

Mis primeros intentos desde Lanzarote han sido decepcionantes…aunque lo esperaba. El cielo de mi isla de adopción ha perdido oscuridad y ya casi no puede disfrutarse de él para la observación, debido a la polución luminosa, de manera que -aunque la cola del cometa no era comparable a las del Hyakutake o Hale-Bopp- tampoco tenía muchas esperanzas de que saliera gran cosa.

Por tanto, únicamente con cielos más oscuros -que permitieran una mayor exposición- saldría un mejor resultado, razón por la cual aprovecharía el fin de semana en Fuerteventura para intentarlo. 
Dar más tiempo a las imágenes obligaría a utilizar un motor de seguimiento para corregir el movimiento aparente del cielo debido al giro de nuestro planeta, sin exponer tanto rato que el movimiento propio del cometa lo dejara movido en la foto. 
Las dos imágenes siguientes corresponden a Antigua, aún con bastante contaminación luminosa del pueblo. Usé la montura Senda, de Orión, y un viejo tele que me ha dado grandes satisfacciones. Podía dar más tiempo en un cielo más oscuro que el de Lanzarote y obtener su cola… como así fue.

 
En esta última, como el motor siguió al cielo, el molino de La Corte aparece en barrido. Sobre sus aspas el cometa y, sobre él, las Pléyades.

Pero llegaría el sábado y el plan era localizar a mi colega Maxi Santana, de la AAF, para buscar un mejor observatorio. Así fue que, junto al estimado Carlos Vera (AAF), el coche de Maxi nos llevó a los tres al Mirador de Sicasumbre, entre Pájara y La Pared… y allí sí que el cielo era espectacular, limpio y muy oscuro. 

Una extraordinariamente brillante Luz zodiacal nos dio la bienvenida, invitando a la primera toma. Y como ya el cometa alcanzaba el zenit, preparamos el equipo para fotografiarlo. Trípodes, monturas motorizadas -gracias, Maxi, por prestarme la Polaris-, el viejo Osawa 135mm y la fantástica 6D para reventar ISO sin miedo.


Como muestra de aquella noche, dejo aquí dos de las mejores imágenes, donde se demuestra que en este tipo de objetos débiles es fundamental un cielo oscuro, un sensor que permita subir la sensibilidad sin que aparezca mucho ruido, motor de seguimiento y mucha pasión por la Astronomía y la Fotografía para aguantar horas y horas, en lo que para nosotros es un absoluto disfrute de la naturaleza y de la compañía excepcional de mis grandes amigos majoreros.


Y así transcurren las noches… en espera de que en perihelio el cometa despliegue su cola más aún.
El Sol dirá...