Imagina un viaje sin salir de casa… a las tierras del norte, por ejemplo. Con amigos y el taxista parisino de todos los años… para hacer fotos de un paisaje polar mientras el sol de medianoche rebota suavemente contra el horizonte en un atardecer casi eterno. Pues bien, ¡Voilà!
sábado, 18 de octubre de 2014
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